Oh, San Judas Tadeo, intercesor de los casos desesperados, te pido humildemente que me ayudes a encontrar la solución a mi problema. Te ruego que me alcances tu bondad y misericordia para que pueda ver la luz al final del túnel. Tu eres el santo de los casos imposibles, por eso me acerco a ti con la esperanza de que me ayudes a encontrar la salida a mi situación.
Tu sabiduría y bondad son infinitas, por eso te pido humildemente que me muestres el camino correcto. Que me des el valor y la fuerza para tomar la mejor decisión y que me ofrezcas la sabiduría para comprender el plan de Dios en mi vida. Que me liberes de la ansiedad, la tristeza y el resentimiento para que pueda ver la luz que hay en mi situación.
Tu conoces mi corazón y mi alma, por eso te pido que me llenes de esperanza y de confianza para que no me desanime. Que me des el valor para luchar por mis sueños y el coraje para no rendirme. Te pido que me des la gracia para aceptar lo que no puedo cambiar y el don de la humildad para que pueda ver el amor de Dios en todas las cosas.
También te pido que me protejas a mí y a mi familia de todo mal. Que me des el don de la compasión para perdonar a quienes me han herido y el don de la misericordia para que yo pueda perdonar a los demás. Que me des la sabiduría para guiar a los demás y el don de la paciencia para no perder la fe.
También te pido que me alcances el don de la humildad para que no caiga en el orgullo y el deseo de controlar todo. Que me des el don del discernimiento para que pueda ver la verdad de la situación y actuar de acuerdo a ella.
Que me des el don de la perseverancia para que no me desanime y el don del optimismo para que vea el mejor lado de las cosas.
Tu eres la esperanza de los desesperados, por eso te agradezco de antemano tu ayuda. Que me alcances tu misericordia y me des la paz que supera todo entendimiento ¡Amén!