Buenos días, señor, bendito sea tu nombre y agradecido estoy por el regalo de un sueño reparador, por cuidar y velar mi descanso durante la noche. Gracias por permitirme levantarme renovado, hoy soy un ser nuevo lleno de vida, de salud, de fuerza y de energía, con un gran deseo de triunfar, ver mis metas y deseos realizados. Agradezco por el nuevo día que me espera, lleno de oportunidades, alegría y de bendiciones.
Padre de todos, tú nos amas y nos ofreces a cada instante nuevas y mejores oportunidades para crecer y cumplir nuestra misión aquí en la tierra. Permíteme cumplir en este día tu plan divino, aquello por lo cual he trabajado por tanto tiempo.
No permitas que el fracaso ronde por mi camino, no permitas que el miedo a caer me paralice y no me deje continuar. En este día te pido que me envuelvas con tu radiante luz que aleje para siempre la oscuridad, oh señor haz este día perfecto.
Hoy me quiero levantar con el pie derecho, hoy quiero que mi trabajo sea de provecho no solo para mí, sino también para los seres que quiero. Y también deseo que los ayudes y todo lo que das a mí dáselos a ellos multiplicado por mil.
Déjame ver en este día el milagro de la vida, el milagro de estar vivo y de tener una salud vibrante. Déjame contemplar la belleza de tu creación y que no es otra que todo ser vivo que habita en este mundo y que representa tu amor, tu gloria y tu paz.
Que hoy se manifieste todo lo bueno que deseas para tus hijos, que hoy sea el comienzo de una vida plena, abundante, perfecta y llena de sorpresas agradables. Bendice mi trabajo, bendice mi familia, bendice mi negocio, bendice mi salud.
Gracias porque nunca dejas de oír mis plegarias, porque me escuchas antes que te hable y respondes antes de terminar. Te quiero padre amado porque sé que este día lo vas a ser perfecto para mí y para todos mis seres queridos, Amén.